A lo largo del último año, Israel estuvo inmerso en una gran incertidumbre política dada la imposibilidad de formar un Gobierno estable luego de tres elecciones. En este sentido, "el acuerdo entre ambos competidores facilita la conformación de un Gobierno que desde el plano ideológico parece no tener grandes desafíos, puesto que en la coalición no hay partidos de izquierda y todas las facciones están de acuerdo con los trazos generales", advirtió el analista. "Es una jugada maestra de Netanyahu", subrayó.

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